jueves, 7 de octubre de 2010

Ayuntamiento de Málaga

Las pinturas y la arquitectura elevan el edificio del Ayuntamiento a la categoría de BIC
Preside, majestuoso, el Paseo del Parque. Es uno de los edificios más singulares de la ciudad y, desde ahora, es también un monumento


La Casona del Parque hace el número 351 de la larga lista de Bienes de Interés Cultural de la provincia. El valor arquitectónico del propio edificio así como la calidad de las pinturas que adornan sus dependencias más nobles -salones de Plenos y de los Espejos-, han llevado a la Consejería de Cultura a resolver favorablemente un expediente que se inició en 1985 y declarar monumento a la Casa Consistorial.
El edificio, que se inauguró en 1919, es obra de los arquitectos malagueños Fernando Guerrero y Manuel Rivera y se emplaza sobre terrenos ganados al mar a finales del siglo XIX en el Paseo del Parque.
Supuso en su momento terminar con una situación de precariedad de las dependencias municipales, que habían pasado por distintas ubicaciones desde que en mayo de 1489 se constituyó el Ayuntamiento de la ciudad por Real Cédula de los Reyes Católicos, dos años después de culminada la reconquista de la ciudad (el 19 de agosto de 1487). La primera piedra del nuevo edificio se colocó en 1911, siendo alcalde Ricardo Albert Pomata, y las obras no terminaron hasta 1919, con Manuel Romero Raggio como alcalde. El coste de la obra ascendió a 1.519.602 pesetas.
Javier Ordóñez Vergara ("Patrimonio Artístico y Monumental", 1990) considera que el Palacio Municipal constituye un ejercicio ecléctico representativo de la creación arquitectónica en la España de principios del siglo XX. Los modelos adoptados son el neobarroco, ideal como estética palacial y oficialista, y las diferentes propuestas europeas de la época, esencialmente el modernismo.
Pintura malagueña del XIX
Para su declaración como monumento ha sido esencial, además del valor arquitectónico, la calidad de la decoración escultórica -con trabajos de Francisco Palma y García Carreras-y de las pinturas que adornan paredes y techos. Los grandes pintores malagueños del XIX -Moreno Carbonero, Muñoz Degrain, José Nogales, Simonet, entre otros- contribuyeron a dar valor artístico a sus dependencias.
El edificio es de planta rectangular con un patio porticado en el centro con pilares rectangulares y arcos de medio punto. Su volumen se completa con cuatro cuerpos cuadrados, dispuestos a modo de torres en cada una de las esquinas y cubiertos por bóvedas revestidas con unas peculiares escamas de láminas de zinc.
De la mano de la responsable de Patrimonio del Ayuntamiento, Fanny de Carranza, y con la ayuda de la "Guía Histórico-Artística de Málaga", obra de referencia imprescindible coordinada por la profesora Rosario Camacho, nos aproximamos a un edificio conocido por todos los malagueños pero que a partir de ahora requiere de una mirada un tanto especial, la que se necesita para apreciar las bellezas que encierra un monumento.

1 comentario:

Francisco Gutiérrez dijo...

muy ilustrativo. Faltaría añadir alguna foto...

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